Ecos de un crimen

 

La película comienza con notables influencias, que podrían considerarse un plagio, de El Resplandor. Como un plano cenital, desde arriba, a un auto que va por una ruta solitaria.

Julián Lemar (Diego Peretti), es un escritor exitoso (más elementos de Stephen King), que ha escrito la saga del Escorpión, un asesino en serie.

En busca de inspiración se va de vacaciones con esposa Valeria (Julieta Cardinali), su hija Florencia (Florencia González) y un bebé, a una casa en el bosque (más de Stephen King). Se revela que el escritor está en tratamiento psiquiátrico.

Se desata una tormenta y se corta la luz Y en esas condiciones, se presenta Ana, interpretada por Carla Quevedo, una actriz que tiene experiencias en interpretar a víctimas de asesinato.), 

Ana pide ayuda de manera desesperada, advirtiendo que su esposo (Diego Cremonesi) mató a su hijo y ahora quiere matarla a ella.

A partir de esto, Julián y su familia tratan de ayudar a la víctima, pero se van produciendo revelaciones contradictorias, que parecen un loop de pesadillas de Julián.

 

Para descubrirse que Julián está casado con Ana, que está internado en un psiquiátrico, que Valeria es una médica. Y que todo lo que se ha visto es una pesadilla continua. Como el agotado recurso de que todo fue un sueño.